Según los expertos se trata de un mercado que mueve mucho dinero, y que posee su propia oferta y demanda. Infectan el ordenador de diversas formas: via correo electrónico o a través de las descargas de archivos. Algunos de ellos se cuelan en las webs legales.
El coste de un "Troyano" oscila por ejemplo entre 300 y 2.500 euros. Y a través de ellos se ofrecen paquetes por Internet de las claves bancarias de usuarios y se demandan para obtener los ingresos de las cuentas bancarias. Estas actividades se están desarrollando con cada vez mayor frecuencia en el mundo.
Los responsables de las distintas entidades bancarias no hablan de este asunto, por lo que resulta complicado estimar el número de pérdidas en este sentido con una mayor profundidad.
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